Este comunicador tuvo entre tanta tareas, la de tarea transmitirel acto final del Frente Amplio de la pasada campaña electoral.Me veo a mi, periodista y militante (dos condiciones que me han acompañadotoda la vida), junto a un millón de personas, compartiendo con ellos lainminencia del triunfo. Estaba lleno de alegría, de ganas, de esperanzas, decertezas sobre el cambio que vendría. No me imaginaba un cambiorevolucionario ni lo pedía. Mis expectativas eran mucho más modestas, porcierto. Pero tenía claro que con los compañeros del nuevo gobiernoinauguraríamos otra forma de hacer política, realmente participativa,transparente, mirando, apuntando y transitando rumbo a la izquierda. Me veoobservando al candidato vicepresidencial Rodolfo Nin Novoa dirigiéndose atodos nosotros, una multitud, y pidiéndonos permiso para ingresar al FrenteAmplio, para ser frenteamplista. Hasta entonces no lo era, integraba elEncuentro Progresista, un aliado de la izquierda. Y yo, como la inmensamayoría de los que allí estábamos le abrimos de buena fe las puertas denuestra casa, de nuestro Frente Amplio, lo invitamos a pasar, a ser uno másde nosotros.
La casa frenteamplista fue levantada trabajosamente por milesde constructores. Los primeros fueron democristianos, socialistas y comunistas.Pero luego se sumaron a la tarea formidables figuras que ya no podíanconvivir con las viejas y corruptas estructura de la derecha. Arriesgarontodas sus posiciones personales por el bien colectivo. Así se pusieron elcasco para resguardarse de las pedradas que les tirarían sus ex compañeros,tomaron el pico y la pala y, junto a los anteriores, siguieron laconstrucción. Finalmente se inauguró el Frente Amplio. Todos, sin excepción,se definían de izquierda. Todos, con matices diferentes, querían un Uruguaysocialista. Entre ellos como no recordar a la Dra. Alba Roballo o a ZelmarMichelini (asesinado durante la dictadura en Buenos Aires), al Dr. CarlosQuijano, a tantos otros. La casa nunca estará terminada, porque la política essiempre dinámica, la utopía así lo exige. Pero sus cimientos eran fuertes ya nadie le cabía duda desde cuales principios, desde cual ética arrancaba laconstrucción. La familia se fue agrandando. Todos sus integrantes sabían queel socialismo era el destino final de la peripecia. No para todos esapalabra encerraba exactamente los mismos conceptos; por eso se debatía durapero fraternadamente.
Pero nadie en esa familia se equivocaba en lo básico: a la hora de tomar partido entre el capital y el trabajo, todos sabían de que lado estaban:junto a los trabajadores. No faltaron temblores de tierra, la casa seestremeció con un golpe cívico-militar en Uruguay y con un muro que se callóen Berlín. Los cimientos resistieron esas pruebas, pero algunas paredes senos resquebrajaron. Y por allí la derecha logró que se nos colara un airecontaminado con la mutación de un viejo virus: el neoliberalismo. Y algunoscompañeros fueron contaminados. Ante la pregunta: el capital o lostrabajadores?, dudaron. Luego dijeron que era la hora de levantar otra casa,la de la nueva izquierda, agarraron sus maletas y se fueron... para morir políticamente. Pero el virus quedó agazapado en la casa, esperando atacar aotros integrantes que no tenían la vacuna que sólo se consigue en la fraguade la lucha popular. Volviendo a lo anterior; Nin nos pidió permiso paraintegrar la familia, sumarse a la casa. Le dijimos: "adelante compañero". Y"compañero" no es una palabra que los zurdos usemos con mucha facilidad.Ganamos. Tabaré es el presidente y a Nin le dimos el honor y laresponsabilidad de ser el vicepresidente de un gobierno frenteamplista.
Pero... escuché con estupor lo que dijo ayer Nin, y lo leo este sábado. Les cuento.Esta semana se realizó en Punta del Este un evento organizado por el expresidente de derecha Julio María Sanguinetti (una figura oscura de lapolítica uruguaya, una oscuridad tan grande, de hechos tan terribles quenecesitaremos poderosas linternas para descubrir todo lo que esconde). Nofaltaron a la cita de este rimbombante "Círculo de Montevideo" otras figuras,como el arrepentido socialista obrero español, Felipe González. ¿Se acuerdan?El mismo que llegó al gobierno español prometiendo el no ingreso a la OTAN yque luego como presidente llevó a su país a integrar esta organizaciónurdida por el imperialismo de EE.UU.. También estaba allí uno de los mayoressímbolos del capitalismo, uno de los hombres más ricos del mundo, CarlosSlim y otros personajes. ¡Linda mesa de análisis! ¿No? ¿Y qué hacía Nin allí?
Nuestro vicepresidente cometió, seguramente influido por tantos efluviosreaccionarios, capitalistas y conservadores, una ofensa que jamás hubiéramosesperado escuchar de un frenteamplista contra los trabajadores. Se mofó delas duras luchas del pueblo uruguayo contra las privatizaciones. Se mofóindiscriminadamente de los funcionarios estatales. Se mofó, intrínsecamente,del propio Frente Amplio. Grave, muy grave. El vicepresidente del gobiernofrenteamplista dijo: "hay funcionarios que han privatizado las empresaspúblicas en su propio beneficio". Para que no quedaran dudas sobre supostura agregó: "Ya hay una manera de privatización de aquellos que noquieren privatizar. Porque hay funcionarios que quieren tener las empresaspúblicas para su propio beneficio y las tienen privatizadas bajo sudirección, que además son los que nunca se van, porque nosotros, cada cincoaños nos vamos, pero hay otros que siempre quedan y son los que han dado endefinitiva el fenómeno de la "gerentización" de las empresas públicas".
Es imposible reproducir por escrito el tono petulante de su voz alpronunciar estas palabras. El Sr. Rodolfo Nin Novoa (¿cómo podría llamarlocompañero?), en pocas palabras mostró que en él sigue viviendo un oligarcasoberbio y falaz. Peor aún, que está dispuesto a privatizar el estadouruguayo, a vender el rico patrimonio de la sociedad uruguaya. Descalificó al barrer a todos los funcionarios estatales. A la maestra que enseña yalimenta a un niño, al que tramita un expediente, al recolector de labasura, al médico de una policlínica, al que opera en una refinería depetróleo para generar combustible, al que se rompe el lomo levantando unacalle para construir una mejor, al que respetuosamente le sirve un café, atodos. Es cierto que hay sectores de funcionarios en el Estado uruguayo quehan sido ganados por la “ideología” de la burocracia, que no se sientenservidores públicos. Los hay también, que usan indebidamente el estado enbeneficio propio. No huimos a la autocrítica, no lo hacen los propios gremios.
Pero preguntémonos: ¿Es esa la mayoría? Y si este fenómeno ocurre:¿Por qué ocurre? ¿Olvidó Nin que su ex partido, el Nacional, junto al Coloradopusieron al frente de la maquinaria estatal a políticos desahuciadoselectoralmente, ineptos, inmorales y corruptos?. No fueron todos. Pero fueronmuchos. Y los pocos casos que la justicia investigó así lo revelan. ¿Quereferencias tuvieron a lo largo de la historia institucional del Estadouruguayo sus funcionarios? Muchos entraron por favor político, tarjetamediante. Otros no, otros lo hicieron legítimamente. Una vez dentro del estado,vieron como muchos de los directores políticos que los mandaban hacíanfavores, repartían beneficios a cambio de votos, recibían coimas, otorgabanpublicidad a los medios de comunicación que les eran dóciles, realizabanfaraónicos viajes, cobraban viáticos increíbles, es decir, eran un compiladode la corrupción. Y Nin se olvida, que esos personajes tan peculiares,fueron puestos por políticos, como él, los que duran 4 o 5 años en elgobierno. Nin irrespetó a los trabajadores, en este caso a los públicos. ¿Conqué autoridad moral? Cuando esos trabajadores realizaban una huelga generalcontra la dictadura: ¿Dónde estaba Nin? Cuando los trabajadores públicos erandetenidos ilegalmente: ¿Dónde estaba él? Cuando esos trabajadores fuerontorturados, algunos hasta la muerte: ¿Que hacía Nin Novoa?
¿Donde estaba Nin cuando algunos funcionarios corrían al exilio o eran desaparecidos? ¿Qué credenciales tiene Nin para mancillar impunemente a todos los trabajadores del Estado? Pero además: ¿Fueron un error las campañas populares, de todo el pueblo, contra las privatizaciones? ¿Está preparando el terreno para futuras privatizaciones? ¿Para qué quiso entrar en la casa frenteamplista? Decía queme sentía un idiota. Pero también, me siento más artiguista que siempre;reafirmando con miles la disposición de no regalar el rico patrimonio de losorientales al vil precio de algunos políticos.
BATLLE APOYÓ A NIN - La inesperadas apreciaciones del vicepresidenteuruguayo Rodolfo Nin Novoa en el marco de una reunión del "CírculoMontevideo" fueron vistas con beneplácito por parte de todos los presidentesderechistas que tuvo el Uruguay desde el retorno a la democracia. Ninsorprendió a todos al mostrarse favorable a las privatizaciones en el EstadoUruguayo (postura reñida con la ética y el programa de gobierno del FrenteAmplio), y al tratar despectivamente a todos los funcionarios del Estado.Sus afirmaciones, generaron sonrisas y gestos cómplices en los exmandatarios Julio María Sanguinetti (quien integraba el panel), Luis Alberto Lacalle y Jorge Batlle. Este último fue el primero en reaccionar. Resumiólos dichos de Nin de la siguiente manera: "En buen romance dijo que lossindicatos habían privatizado los entes autónomos en su beneficio y bajo sucontrol). El último presidente que tuvo la derecha vernácula, cobró el peajede lo dicho por Nin a todo el Frente Amplio. Así recordó que lacoalición-movimiento hoy en el gobierno, apoyó en el pasado todas lascampañas contra las privatizaciones del patrimonio estatal. http://www.comcosur.com.uy_________________________________________________________
lunes, 29 de octubre de 2007
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